En 2006, Jeannette M. Wing, profesora del Departamento de Computación de la Universidad Carnegie Mellon, introdujo el concepto. Lo definió como "los procesos de pensamiento involucrados en la formulación de problemas y sus soluciones para que las soluciones se representen en una forma que pueda ser llevada a cabo efectivamente por un agente de procesamiento de información."
En esencia, el pensamiento computacional implica aplicar habilidades propias de la computación y del pensamiento crítico para abordar desafíos. Se trata de pensar como lo haría un científico informático al enfrentarse a un problema. Este enfoque va más allá de la programación; tiene un impacto en cómo comprendemos y razonamos sobre sistemas y procesos, tanto naturales como artificiales.
El pensamiento computacional se basa en cuatro pilares fundamentales que guían el proceso de resolución de problemas:
Descomposición: Consiste en dividir un problema complejo en partes más pequeñas y manejables. Por ejemplo, al preparar una receta o reparar una bicicleta, estás aplicando este principio.
Reconocimiento de patrones: Implica identificar similitudes o tendencias dentro de los problemas descompuestos. Esto te ayuda a resolver el sistema de forma más eficiente.
Abstracción: Se trata de centrarse en la información importante, dejando de lado los detalles irrelevantes. En este paso, te enfocas en las características generales comunes a cada elemento, creando un "modelo" del problema.
Algoritmos: Después de aplicar los pasos anteriores, llega el momento de desarrollar instrucciones paso a paso para resolver cada uno de los problemas identificados. Estos algoritmos pueden crearse a través de diagramas de flujo.
Al aplicar estos pilares, se está usando un proceso de pensamiento lógico y sistemático que representa soluciones como secuencias de instrucciones y algoritmos. Este enfoque permite formular problemas de manera que las soluciones puedan ser ejecutadas siguiendo pasos claramente definidos.
Un estudio realizado en España reveló que la incorporación de esta metodología ha dado un impulso a los resultados académicos en términos de desarrollo competencial y calificaciones. Los mayores niveles de competencias suelen ir unidos a notas más altas en asignaturas como lengua, matemáticas, ciencias de la naturaleza y ciencias sociales. Esto se debe a que el pensamiento computacional facilita la identificación de patrones, la formulación de hipótesis y la solución de problemas complejos en estas áreas.
Estas competencias son fundamentales para el éxito en diversos campos y profesiones.
Resolución de problemas: Los alumnos aprenderán a identificar problemas, analizarlos y elaborar estrategias efectivas para solucionarlos.
Pensamiento lógico y sistemático: El pensamiento computacional ayuda a abordar desafíos de manera estructurada y lógica.
Trabajo colaborativo: Fomenta la cooperación y el aprendizaje en comunidad.
Autonomía personal: Desarrolla la capacidad de tus estudiantes para trabajar de forma independiente y tomar decisiones.
Al integrar el pensamiento computacional en tu enseñanza, estás preparando a tus estudiantes para un futuro digital, dotándolos de habilidades esenciales y mejorando su rendimiento académico en diversas áreas del currículo.
Para introducir el pensamiento computacional en el aula, existen diversas estrategias que puedes emplear. Estas técnicas van desde actividades sin dispositivos electrónicos hasta el uso de herramientas tecnológicas avanzadas. A continuación, exploraremos tres enfoques principales que te ayudarán a desarrollar estas habilidades en tus estudiantes.
Las actividades desconectadas, también conocidas como "unplugged computing", son una excelente manera de comenzar a trabajar el pensamiento computacional sin necesidad de dispositivos electrónicos. Estas actividades son ideales para familias y escuelas que no cuentan con infraestructura tecnológica, ya que permiten desarrollar habilidades fundamentales de manera accesible.
Resolver enigmas lógicos, como el famoso problema del lobo, la cabra y la col.
Trabajar con números binarios utilizando velas de cumpleaños.
Analizar patrones de movimiento en bailes para introducir el concepto de bucles.
Utilizar juegos de mesa como "Coding" o "Let's go code" para enseñar conceptos básicos de programación.
La programación por bloques es una estrategia ideal para iniciar a los estudiantes en el mundo de la programación de manera intuitiva y visual. Esta técnica utiliza interfaces sencillas donde los alumnos pueden arrastrar y soltar bloques de código para crear secuencias lógicas.
Algunas plataformas populares para la programación por bloques son:
Scratch y Scratch Junior
Minecraft for Education
Code.org
Arduino Blocks
Esta metodología favorece la asimilación de conceptos a través de comandos visuales y ayuda a los estudiantes a comprender cómo funciona el proceso de programación paso a paso.
La robótica educativa es una herramienta versátil que combina elementos tecnológicos, manipulativos y experimentales para practicar el pensamiento computacional. Esta estrategia involucra a los estudiantes en la creación y programación, lo que les permite aplicar conceptos de mecánica, electrónica y programación de manera práctica.
Desarrollo del pensamiento lógico y habilidades de resolución de problemas.
Fomento de la capacidad de adaptación y razonamiento.
Introducción a conceptos STEM de manera práctica y tangible.
Promoción del trabajo en equipo y la colaboración.
Al implementar estas estrategias en tu aula, estarás proporcionando a tus estudiantes herramientas valiosas para desarrollar el pensamiento computacional y prepararlos para un mundo cada vez más digitalizado.
Para los más pequeños, existe Scratch Junior, una versión simplificada que pueden usar desde los 5 años. Esta aplicación permite a los niños crear sus propios juegos e historias interactivas, fomentando su creatividad y habilidades de resolución de problemas.
Otra opción interesante es Blockly, desarrollada por Google. Utiliza la misma lógica de construcción por bloques que Scratch, pero permite exportar el código a varios lenguajes de programación, como JavaScript y Python.
Los kits de robótica son herramientas excelentes para aplicar el pensamiento computacional de manera práctica. LEGO Mindstorms es uno de los sistemas más utilizados, con una aplicación de programación visual amigable para los más jóvenes. Este kit permite a los estudiantes construir y programar robots, aplicando conceptos de mecánica, electrónica y programación.
Otro kit interesante es el Maqueen, diseñado específicamente para la robótica educativa. Este kit fomenta las aptitudes STEAM y promueve proyectos de innovación y creatividad en el aula.
Existen numerosas aplicaciones que ayudan a desarrollar el pensamiento computacional de forma lúdica. Lightbot, por ejemplo, es un juego en el que los niños deben programar un robot para iluminar casillas específicas, utilizando comandos básicos de programación.
Code Adventures es otra aplicación diseñada con la ayuda de profesores. A través de 32 niveles, los niños aprenden las cinco categorías básicas de la programación mientras resuelven rompecabezas divertidos.
Para los más pequeños, Code Karts es una excelente opción. Esta aplicación, diseñada para niños mayores de 4 años, utiliza carreras de coches para enseñar conceptos básicos de programación y pensamiento lógico.
Estas herramientas y recursos te ayudarán a introducir el pensamiento computacional en tu aula de manera efectiva y entretenida, preparando a tus estudiantes para un futuro cada vez más digitalizado.
El pensamiento computacional, se ha convertido en una herramienta esencial para potenciar el aprendizaje de los estudiantes en el entorno educativo. Al fomentar el desarrollo de estas habilidades, los estudiantes pueden abordar de manera más efectiva los desafíos académicos y adquirir las competencias necesarias para enfrentar los problemas del mundo real.
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