En los años 40, la integración de la tecnología en la educación comenzó con la introducción de proyectores y radios en las aulas, marcando el inicio de una evolución constante en el uso de herramientas digitales para mejorar el aprendizaje.
Esta integración ha sido un proceso gradual que ha ido adaptándose a medida que avanza la tecnología. En los años 60 aparecieron las primeras herramientas de vídeo conferencia, seguido por la introducción de ordenadores en las aulas a finales de los años 70 e inicios de los 80 en Estados Unidos.
Durante los años 90, se inventó la pizarra interactiva, un gran hito tecnológico e impulsor de la industria donde SYNETECH se encuentra a día de hoy, permitiendo una mayor interacción entre profesores y estudiantes.
La tecnología en la educación ha evolucionado aún más con el uso de dispositivos móviles, aplicaciones educativas, plataformas en línea y pantallas interactivas que facilitan el aprendizaje a distancia. Hoy en día, estas son una de las herramientas tecnológicas más utilizadas en las aulas, permitiendo una mayor interacción y participación de los estudiantes en el proceso educativo.
Las pantallas interactivas son dispositivos electrónicos que fusionan las propiedades de un monitor con la capacidad de interactuar con el contenido. Por lo general, cuentan con funcionalidad táctil, lo que posibilita a los usuarios controlar y modificar elementos en la pantalla sin necesidad de emplear periféricos externos, como un ratón o un teclado.
Las pantallas interactivas en el ámbito educativo pueden promover la participación de los estudiantes, elevar la comprensión de conceptos complejos y facilitar la colaboración en grupo. Asimismo, tienen la capacidad de ajustarse a distintos estilos de aprendizaje y hacer que las lecciones resulten más dinámicas y atractivas para los estudiantes.
Las pantallas interactivas ofrecen una amplia gama de opciones para enriquecer la enseñanza, permitiendo la exhibición de presentaciones, la realización de actividades, la reproducción de vídeos, y la interacción directa con el material educativo.
Sí, diversos estudios* han demostrado que el uso de pantallas interactivas en el aula mejora significativamente la retención de información y el compromiso de los estudiantes con el contenido. Además, se ha observado un aumento en la participación y la motivación de los alumnos al utilizar esta tecnología.
En 2018, se despejaron todas las dudas que se necesitaban, ya que gracias al Regional Educational Lab (REL) Southeast se habían llevado a cabo investigaciones que sugieren que las pantallas interactivas pueden tener un impacto positivo en el rendimiento académico de los estudiantes en asignaturas, como, clases de tecnología, matemáticas, biología y ciencia.
Las investigaciones se basan en un estudio de viabilidad para determinar las percepciones de profesores y alumnos sobre los posibles beneficios e inconvenientes del uso de pantallas interactivas en sus entornos de enseñanza y aprendizaje. En este proyecto de investigación se diseñó y montó un recurso educativo utilizando XERTE.
XERTE es una herramienta de código abierto que permite crear recursos educativos interactivos de forma sencilla y accesible para profesores y alumnos. Su uso facilita la creación de contenidos multimedia que pueden mejorar la experiencia de aprendizaje en diferentes áreas académicas.
Esta herramienta se uso para comprobar si la pantalla interactiva puede mejorar el aprendizaje en los colegios. Además, se llevaron a cabo encuestas entre profesores para recabar opiniones sobre la pantalla interactiva. Los resultados mostraron que el uso de esta, no implica necesariamente mejores resultados en las evaluaciones de los alumnos. Sin embargo, los alumnos mostraron un mayor compromiso y disfrute durante las clases. La encuesta también concluyó que la mayoría de los profesores estaban de acuerdo en que la pantalla interactiva era una herramienta eficaz, ya que beneficia a todo tipo de alumnos.
Es importante considerar que estos estudios fueron realizados entre grupos selectos en los que el rendimiento sí se vió mejorado frente a otros grupos de estudiantes. A pesar de que se tiene un precedente de investigación con revisión entre pares, se necesita más investigación para determinar su impacto a largo plazo. Además, es fundamental considerar otros factores que puedan influir en el desempeño académico de los estudiantes, como, el entorno familiar, la motivación del estudiante y la calidad de los docentes.
En resumen, las pantallas interactivas pueden ser una herramienta valiosa para mejorar el rendimiento académico, pero es necesario seguir las investigaciones y considerar otros aspectos para comprender completamente su impacto en los estudiantes. Esto permitirá una evaluación más completa de su impacto en el aprendizaje a largo plazo.
*Bahadur, G. K., & Oogarah, D. (2013). Interactive Whiteboard for Primary Schools in Mauritius: An Effective Tool or Just Another Trend? International Journal of Education and Development Using Information and Communication Technology, 19–35. https://eric.ed.gov/?id=EJ1071348
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